Isaías 6.1-13

 
Comentário S. Jerônimo
 
E) Visión inaugural (6,1-13). Lo normal sería encontrarnos con
este capítulo al comienzo de la profecía. Posiblemente sólo se consignará
por escrito después que se hubieron cumplido las amenazas de los versículos
finales. Actualmente sirve como un majestuoso prólogo al Libro
del Emmanuel (7,1-12,6). Lo que aquí nos relata Isaías acerca de su
impresionante encuentro con el Santo es esencial para comprender toda
su vida y su mensaje.
1. La muerte de Ozías en 742, después de un reinado que se prolongó
durante más de cuarenta años, significó el final de una época
marcada por la prosperidad y una gran seguridad. Quizá sea intencionado
el contraste entre la condición mortal del hombre y la gloria eterna del
Dios trascendente. 2. unos serafines se mantenían por encima de él: La
escena se desarrolla en el templo de Jerusalén, probablemente en un
día de gran fiesta. Los seres semihumanos dotados de seis alas aparecen
con frecuencia en obras de arte del antiguo Oriente (VBW 3, 27).
3. La santidad de Dios es tema central en Isaías, quien muchas veces se
refiere a él llamándole «el Santo de Israel»; la triple repetición expresa
el superlativo: Dios es el absolutamente santo. La santidad es la cualidad
esencial de Dios. La amplia gama significativa del término índica
su alteridad, total trascendencia, radical separación de todo lo que es
pecaminoso o simplemente limitado. La «gloria» de Dios es la irradiación
de su santidad sobre el mundo. Se discute el sentido del título «Dios
de las Huestes» (Yahvé Sebaot). «El crea los ejércitos [de Israel]»
parece cuadrar mejor con los datos de que disponemos. Con toda verosimilitud,
la expresión formaba parte del nombre sagrado que se daba al
arca que acompañaba a Israel en la batalla. Dios como guerrero es una
idea sumamente importante a lo largo de todo el AT (cf. D. N. Freedman,
JBL 79 [1960], 156; R. Abba, JBL 80 [1961], 320-28). 4. y la
casa estaba llena de humo: Signo de la presencia divina, el humo equivale
a la nube de gloria que llenaba el tabernáculo durante la estancia
en el desierto (Ex 40,34). Velaba a la vez que revelaba aquella presencia.
5. ¡ay de mí; estoy condenado'.: ¿Podrá un hombre ver a Dios y
seguir viviendo (Ex 33,20)? Isaías se sintió abrumado por el sentimiento
de la propia indignidad, tanto más cuanto que pertenecía a un pueblo
pecador. Todo el pasaje obtiene su fuerza de la inalterable oposición
entre Dios y el pecado.
718 ISAIAS 1-39 16:17
17 7. tocó mi boca con él: El simbólico acto de purificación se realiza
por iniciativa de Dios, no del hombre. 8. ¿a quién enviaré? ¿quién
irá -por nosotros?: Con imágenes tomadas de las asambleas celestes según
las antiguas religiones, que nos son conocidas especialmente a través
de la literatura ugarítica, los hebreos concebían a Yahvé entronizado
sobre el firmamento y rodeado de una corte formada por sus consejeros
celestes. Estos últimos ya no son dioses, sino ángeles o «hijos de Dios».
En esta escena, los serafines forman parte de la asamblea que es consultada
acerca de los decretos concernientes al gobierno del mundo. Pero
su función no es intervenir en las decisiones, sino adorar. Es Yahvé
quien toma la determinación última y decisiva. El empleo de esta imagen
es un buen ejemplo de cómo los hebreos eran capaces de tomar
imágenes religiosas de sus vecinos, pero cambiándolas radicalmente según
las exigencias de su monoteísmo (cf. R. E. Brown, CBQ 20 [1958],
418-20). escuchad atentamente, pero no entenderéis: Las palabras de
Isaías sólo servirán para endurecer sus voluntades obstinadas. Yahvé
prevé este endurecimiento, aunque no lo desea directamente. A partir
de este momento, Isaías, al igual que Pablo (1 Cor 2,6-8), se enfrentará
y confundirá a los defensores de la sabiduría tradicional esgrimiendo
otra sabiduría aprendida de Dios (R. Martin-Achard, Maqqel Shaqedh
[Hom. W. Vischer; 1960], 137-44). 10. Los dos primeros verbos del
versículo van en imperativo, usado aquí idiomáticamente para expresar
una certidumbre del futuro. La cláusula final negativa que sigue a estos
imperativos expresa las consecuencias de la predicación de Isaías.
11. ¿hasta cuándo, Señor?: En la pregunta hay un deje de protesta, al
mismo tiempo que constituye una manifestación de esperanza en que
la obcecación de Israel, quizá gracias a la actividad del profeta, no será
ni definitiva ni completa. Cf. una nota semejante de protesta en Jr 4,14
y Sal 74,10. La respuesta afirma que aquella situación terminará cuando
la tierra se halle vacía y desolada. 13. aunque quede allí una décima
parte: Hasta el «diezmo», un pequeño resto, habrá de enfrentarse a un
juicio purificador. como con un terebinto: La segunda parte del versículo
es oscura, pero sobre la base de lQIsa y los conocimientos que actualmente
poseemos acerca de la ortografía preexílica, W. F. Albright
traduce la última parte de este versículo como sigue:
Como la diosa del terebinto y la encina de Aserá,
arrojado fuera con las estelas del lugar alto.
Las estelas conmemorativas de los difuntos y los árboles sagrados de
una diosa eran elementos habituales con que se equipaba todo bámá o
santuario fúnebre, que solía estar emplazado en una altura. Estos «lugares
altos» (en hebreo, bámót) eran utilizados para prácticas cultuales
tanto por los cananeos como por los hebreos. La destrucción y profanación
de estos centros de culto debió de ser un incidente muy común
en los tiempos turbulentos del profeta Isaías. Caída y reforma se sucedían
rápidamente. Así se explica que estos actos iconoclastas constituyan
una buena imagen para describir las tribulaciones que aguardan al resto
16:18 ISAIAS 1-39 719
superviviente (cf. W. F. Albright, VTSup 4 [1957], 254-55; S. Iwry,
JBL76 [1957], 225-32).
 
 
Comentário Bíblico Africano
 
6:1-13 Deus se revela a Isaías
0 capítulo 6 contém um relato do chamado de Isaías ao
ministério. Jeremias e Ezequiel receberam chamados
semelhantes (Jr 1:1-10; Ez 1:1—3:3). Eles também tiveram
um vislumbre da corte celestial, visão que descreveram
como se estivessem fisicamente presentes diante do
Senhor. O diálogo entre Deus e seus profetas nesse momento
especial é registrado com mais intimidade que em outras
partes da mensagem. Porém, enquanto o chamado de Jeremias
e Ezequiel ocorre na abertura dos respectivos livros,
como era de esperar, o chamado de Isaías aparece seis capítulos
depois. A razão para isso pode estar na morte do
rei Uzias. Após cinqüenta e dois anos de reinado, a partida
do rei marcou o final de uma era e veio acompanhada de
aumento nas tensões internacionais. Por causa disso, as
responsabilidades de Isaías também aumentaram.
A morte do rei Uzias (6:1a) adquiriu notável importância
se considerarmos o contexto de condenação do comportamento
pecaminoso do povo no capítulo 5 e a falta
de fidelidade do rei na segunda parte de seu reinado (2 Cr
26:16-23). Como sabemos por nossa própria experiência
com ditaduras no continente africano, a morte de um líder
pode fazer que as coisas permaneçam exatamente como
estavam antes, ou pode propiciar mudanças radicais para
melhor ou pior.
Isaías 7 843
Foi num momento difícil como esse que Deus apareceu
a Isaías. A morte do rei não deixou um vácuo na liderança,
pois o Senhor, que anteriormente se manifestara como pai
(1:2) e agricultor (5:1), agora surge como o único rei verdadeiro
assentado sobre um alto e sublime trono (6:1 6), comandando
as forças cósmicas. Todas as criaturas celestiais
reconhecem a glória e santidade do Senhor (6:2; 40:25-26).
Deus exige o mesmo de seu povo.
O clamor dos anjos, Santo, santo, santo, em 6:3a é interpretado
como uma alusão velada à Trindade. Contudo,
é mais provável que essa repetição represente uma forma
hebraica de atestar a importância de algo. A santidade de
Deus é a essência de seu caráter. Refletir sobre isso, como
fazem os anjos, conduz à adoração.
A frase toda a terra está cheia da sua glória (6:36) refere-
se claramente à inteireza da criação, cuja beleza deve
levar-nos a glorificar a Deus. Há, no entanto, uma parte
da criação que não louva o Senhor, a saber, a humanidade
(1:2).
A adoração angelical vem acompanhada de demonstrações
de poder: a voz dos anjos estremeceu as bases do limiar
[...], e a casa se encheu defumaça (6:4). Esse fenômeno está
associado à presença e intervenção de Deus (4:5; cf. tb.
Js 6:1-20; ÍRs 8:10).
Isaías sabe que nenhum pecador pode sobreviver à presença
de Deus e, portanto, abala-se profundamente com a
experiência, assim como acontece a Moisés e Gideão em
circunstâncias parecidas (6:5; Êx 3:6; 33:20; Jz 6:22). Contudo,
seus pecados foram perdoados por meio do ato simbólico
em que o anjo lhe toca a boca com brasa viva que tirou
do altar. Essa brasa pode ter sido retirada do sacrifício de
arrependimento ou de adoração que Isaías acabou de oferecer
(6:6-7).
Deus fala em seguida e chama Isaías ao ministério. É
importante observar que o profeta não foi escolhido por
acaso. Isaías era um homem que adorava a Deus (mesmo
em épocas de crise), preocupava-se com seu povo e estava
disposto a ouvir o que Deus tinha a dizer. Logo, quando
Deus o chamou, Isaías se dispôs prontamente e disse: Eisme
aqui, envia-me a mim (6:8).
A mensagem que o Senhor entregou ao profeta para comunicar
ao povo é um exemplo do duplo papel que a palavra
de Deus exerce no mundo: salvação e destruição (Hb 4:12). A
mensagem de Deus é planejada para que a maioria das pessoas
a rejeite ou se recuse a compreendê-la (6:9-10). Deus
não anulará seu julgamento (6:11-12), mas esta palavra
proclama a salvação para uma minoria (6:13). Deus cumprirá
sua palavra e preservará um remanescente fiel (4:2).
Jesus citou 6:9-10 para explicar por que falava por meio
de parábolas (Mc 4:12).

 

 

Comentário Popular do VT

 

Chamado, purificação e comissão de Isaías
(6)
6:1 No ano da morte do rei Uzias,10 Isaías teve uma
visão do Rei dos reis. De acordo com João 12:39-41,
o profeta viu o Senhor Jesus Cristo. F. C. Jennings
comenta:
Como João em Patmos, Isaías está “em Espírito” e
vê Adonai (o nome de Deus como Senhor supremo
de tudo; aqui, como em Romanos 9:5, Cristo é
“sobre todos, Deus bendito para todo o sempre”)
com todos os acompanhamentos de esplendor majestoso,
assentado em um trono “alto e sublime”,
pois “domina sobre tudo”. Porém, enquanto se
encontra assentado nesse trono sublime, as abas
de seu manto enchem o templo glorioso.11
6:2-5 A seu serviço, encontram-se seres celestiais
chamados aqui de serafins,12 com quatro asas que
representam reverência e duas que simbolizam serviço.
9 (4:2-6) Matthew Henry, “Isaiah”, Matthew Henry’s Commentary on
the Whole Bible, vol. IV, p. 27.
10 (6:1) Moody comenta que, em 740 a.C., “o reinado de Uzias foi uma
espécie de “era vitoriana” da história judaica. Foi quando o reino caiu
em vergonha e desgraça que Isaías viu o Rei eterno em seu trono”.
11 (6:1) F. C. Jemifgs, Studies in Isaiah, p. 61.
12 (6:2-5) 0 termo “serafim” vem do hebraico sãraph, “queimar”, e
enfatiza a santidade ardente de Deus, como na frase: “0 nosso Deus
é fogo consumidor” (Hb 12:29; cf. Dt 4:24).
638 Isaías 6:6—7:14
Celebram a santidade de Deus e exigem que os servos
do Senhor sejam purificados antes de servi-lo.
A visão produz uma convicção profunda do pecado
no profeta e o conduz à confissão.
6:6-8 Assim que ele confessa, recebe purificação.
Só então, Isaías ouve o chamado do Senhor. Mais que
depressa, consagra-se a Deus e recebe sua comissão.
6:9-10 0 profeta devia proclamar a palavra do
Senhor a um povo cego e endurecido como resultado
do juízo divino por haver rejeitado a mensagem. Os
versículos 9 e 10 não descrevem o objetivo do ministério
de Isaías, mas, sim, seu resultado inevitável. São
citados no NT para explicar o motivo da rejeição do
Messias por Israel. Vine observa:
0 povo que havia pervertido seus caminhos de
modo tão persistente ultrapassou a possibilidade
de conversão e cura. Um homem pode se
endurecer no mal a ponto de tomar sua condição
irremediável em resultado do juízo justo de Deus
sobre ele.13
6:11-13 A pergunta “Até quando [...]?” se refere
à duração do juízo de Deus sobre o povo. A resposta
é: “Até que sejam desoladas as cidades e fiquem
sem habitantes, as casas fiquem sem moradores,
e a terra seja de todo assolada” . Deus poupará um
remanescente (a décima parte), mas até mesmo esse
pequeno grupo passará por intensa tribulação. A santa
semente é como um toco vivo de uma grande árvore
que sobrevive mesmo depois que o resto da árvore foi
destruído.

 

 

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